Es esta inclinación que nos permite manejar la complejidades - las nuestras, las de los demás y las del mundo -, sin dejar de ser justos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo.
De niños, es esta Inclinación que nos hace querer ser médico o bombero. Pero, al llegar a la edad adulta, a veces, la perdemos de vista porque las complejidades nos ponen a prueba cada día.
Sin embargo, es esta Inclinación hacia lo Justo la que sustenta tu ética y la mía. Y es en cada palabra - escrita y hablada - que la podemos hacer vivir.